¿Qué es mejor leche de crecimiento o leche de vaca?
¿Qué es mejor leche de crecimiento o leche de vaca? Ambas leches las puede tomar el bebé a partir del año por lo que debemos saber cuál elegir.
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¿Qué es mejor leche de crecimiento o leche de vaca? Cuando el bebé cumple un año y si ya ha abandonado del todo la lactancia materna, necesitará una buena dosis de nutrientes y vitaminas a través de la llamada leche de crecimiento, aunque también es posible darle leche de vaca de modo que analizamos a continuación las dos opciones para averiguar cuál es la mejor o la más recomendada.
¿Qué es mejor leche de crecimiento o leche de vaca?
Si has dado el pecho a tu bebé hasta el mínimo recomendado de seis meses, seguramente habrás tenido que alimentarle no solo con los primeros alimentos que introduzcas en su dieta de destete sino también con la llamada leche de continuación, pero al llegar al año, las necesidades del bebé crecen por lo que es cuando se comienza a recomendar darle leche de crecimiento.
Esta no deja de ser un tipo de leche enriquecida de modo que al beberla, nos aseguramos que el bebé recibe todas las vitaminas y nutrientes que su cuerpo necesita para seguir creciendo, pero ¿no es lo mismo que darle un vaso de leche de vaca?.
La composición de la leche de crecimiento se basa en la de la leche de continuación y no en la de vaca por lo que es completamente una clase de leche diferente a la leche de vaca, ya que está enriquecida con hierro y vitaminas.
Su contenido en proteínas y en algunos minerales es menos importante, lo que es mejor para los riñones del bebé y además no tiene tantas grasas como la leche de vaca o de hecho, su «perfil lipídico» estaría optimizado en «ácidos grasos esenciales», es decir que solo contiene grasas «buenas».
De hecho, la adición de ácidos grasos esenciales es un punto fuerte de estas leches de crecimiento. Estos elementos son esenciales para el desarrollo y buen funcionamiento del sistema nervioso en los niños pequeños. No se sintetizan en el organismo, por lo tanto deben necesariamente ser aportados por los alimentos. Dos representantes de esta familia son el ácido linoleico, más conocido con el nombre de omega 6, y el ácido alfa-linoleico, u omega 3. Se encuentran en particular en ciertos aceites y pescados, pero no en la leche de vaca clásica. Por lo tanto, los fabricantes los agregan a la leche de crecimiento, a partir de aceites vegetales y con ello consiguen una fórmula más completa para el crecimiento del bebé.
¿Qué leche debo elegir entonces para el bebé?
Por tanto, la leche de crecimiento tendría las siguientes ventajas:
- Evita la anemia por deficiencia de hierro (más común entre 2 y 3 años que en los de 1 año). Sin embargo, resulta que las deficiencias de hierro tienen el efecto además de anemia, fatiga, estancamiento de peso, una mayor sensibilidad a las infecciones y trastornos del comportamiento y la leche de vaca evitaría todo eso.
- La leche de crecimiento también proporciona algo de vitamina D (pero no la suficiente)
- Contiene menos sodio que la leche de vaca.
Pero también tiene algunos inconvenientes:
- No saben exactamente a leche por lo que a los niños les resulta difícil acostumbrarse a la leche natural una vez tienen que dejar la de crecimiento.
- Su precio puede ser de más de 1 o 2 euros, frente a los 0,8 euros de media para la leche de vaca.
Pero más allá de sus ventajas y desventajas, ¿privar a nuestro hijo de la leche de crecimiento nos convertiría en malos padres?
Según un artículo del Faxed Journal of Paediatrics, los efectos beneficiosos parecen difíciles de demostrar, sin embargo esta publicación profesional nos anima a ofrecerlo a nuestros hijos en la medida en que «parece justificado porque está» cerca de las necesidades nutricionales y de hierro «de nuestros pequeños».
De lo contrario, siempre se puede optar por la leche entera de vaca de toda la vida y asegurar el equilibrio nutricional que necesitan los niños, de modo que ambas son recomendables aunque la primera parece diseñada más específicamente para garantizar que el bebé crezca sano y fuerte.
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